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Don Benito. Frente republicano.

09 Marzo 2011
09 Marzo 2011

Esta sierra de don Benito, guarda una de las fortificaciones más fabulosas que él ejercitó republicano realizo en todo el frente extremeño, a lo largo de esta publicación expondré fotos y explicaré en poco escruta las mismas.
Este texto mandado por   Roberto Penas, con respecto a la fortificación republicana de don Benito, una información muy útil para conocer como se crea dichas fortificaciones, más el planteo de defensa por parte republicana de las defensas sobre el río Guadámez.
Según los datos de que disponemos, la línea de fortificaciones republicana de Sierra Ortiga fue proyectada por el Teniente de Infantería Elisardo Penas García, durante el otoño de 1937. El teniente Penas era entonces Jefe de Información de la 20 Brigada Mixta, con Cuartel General en Villanueva de la Serena; era profesor de dibujo en la vida civil, arquitecto vocacional, y había completado el curso de tenientes de la Escuela Popular de Guerra de Paterna (Valencia) en abril del 37, con el número 4 de un grupo total de 600, a cuyo término fue destinado a la mencionada brigada.

Estos datos son aportados por un libro de memorias de la Guerra Civil y el posterior exilio que el propio Elisardo Penas escribió en 1972, libro que nunca ha sido publicado y cuyos escasos ejemplares obran en poder de algunos de sus más cercanos parientes.

Tal como lo describe en el libro de memorias, el proceso de concepción y desarrollo de la línea de fortificaciones de la Sierra Ortiga fue el siguiente:

Cuando el teniente Penas fue nombrado Jefe de Información y Cartografía de la 20 Brigada Mixta, a finales del verano del 37, dedicó con entusiasmo una serie de jornadas a recorrer los 30 km de frente asignado a su Brigada, para analizar con detenimiento las líneas enemigas, con riesgo de su propia vida, ya que a menudo era objeto de insistentes disparos desde aquellas, aunque nunca sufrió ningún percance serio. Llevaba siempre una carpeta de planos topográficos e iba generalmente acompañado por su único ayudante, el sargento cartógrafo (no menciona su nombre). Asimismo, otra fuente de valiosos datos de la que disponía como Jefe de Información era el testimonio de los soldados fugitivos del bando franquista, a los que él mismo entrevistaba y que le proporcionaban valiosa información sobre las trincheras, búnkeres, blocaos y armamento en general del enemigo. Por aquel entonces era aún alto el número de evadidos de la zona franquista a la republicana.

Una vez recopilada toda esta información, utilizó sus dotes de dibujante para realizar una serie de dibujos en perspectiva "casi fotográfica", como él dice, en las que, al fondo del paisaje, superponía en papel de calco los dibujos de las posiciones y armamento enemigo. Con todo este dosier de planos y dibujos decoró las paredes de su despacho, en la sede del Estado Mayor de la Brigada, que estaba situada en don Benito. Según cuenta él mismo, la visión de esas panorámicas y planos causaba auténtica sensación entre los altos mandos que la visitaban, y en una ocasión, con motivo de la visita del Teniente Coronel Vicente Rojo, Jefe del Estado Mayor Central, este propuso llevarse al Teniente Penas a su Servicio de cartografía, a lo que el entonces Jefe de la 20 Brigada (el Capitán Justo López Mejías) se opuso tenazmente con el argumento de que no se podía quitar del frente a los mejores oficiales.

Con tan amplia información disponible sobre las líneas enemigas, el Capitán López Mejías llegó a la conclusión de que el sector N del frente se encontraba suficientemente bien protegido por el Guadiana y los bosques situados al Norte de este. Pero, en cambio, se dio cuenta de que la zona Oeste de la línea de defensa republicana era muy endeble, pues basaba toda su protección "en la relativa anchura y profundidad del río Guadámez. Por este motivo, López Mejías decidió fortificar ese sector. Para ello, estudió con el teniente Penas las posiciones convenientes para un eficaz cruce de fuegos que cubriese toda la zona", y le encargó el proyecto de una línea de resistencia, con búnkeres, trincheras sólidas, túneles, alambradas, … Vista la habilidad del este para ese tipo de trabajo.

A continuación, el Teniente Penas proyectó la mencionada línea de resistencia, "en la serie de lomas situadas a retaguardia" del río (la Sierra Ortiga). Los reglamentos del Ejército indicaban que dichas líneas debían construirse a 2 km de distancia de las del enemigo (alcance de una ametralladora), pero el valle del Guadámez tiene una ancha zona inundable (que se anega con facilidad en cuanto llueve con cierta intensidad) que en muchos tramos supera los mencionados 2 km de ancho, por lo que las trincheras y túneles de paso se inundarían fácilmente si se siguiese ese trazado. Por ese motivo, la línea se retrasó hasta la mencionada Sierra, lo que además presentaba la ventaja de cubrir mejor toda la zona de frente, por su elevación.

Una vez completada la documentación del proyecto, incluyendo un plano detallado y “muy mono”, como menciona él, el proyecto fue remitido al Cuerpo de Ejército, para su aprobación. No obstante, los responsables de este, pasándose de listos, lo rechazaron inicialmente, alegando que la distancia al enemigo de la línea no respetaba los reglamentos, pues excedía los 2 km de distancia del enemigo en algunos tramos.

Devuelto el proyecto a los mandos de la 20 Brigada, estos prepararon la respuesta, incluyendo notas y pruebas de que, si se seguía a rajatabla la distancia mencionada, las trincheras se inundarían a las primeras de cambio. El propio Capitán López Mejías incluyó una carta en la que decía que los técnicos de la 20 Brigada conocían perfectamente los reglamentos, pero que aún conocían mejor el terreno que pisaban, por lo que tenían argumentos de sobra para diseñar la línea donde lo habían hecho. 

Remitido de nuevo el proyecto al Cuerpo de Ejército con las explicaciones pertinentes, este le dio finalmente su aprobación, y a continuación comenzó enseguida el acopio de materiales (cemento, alambre de espino, maderas, etc.) para su construcción.

Elisardo Penas no nos cuenta nada relativo a la construcción de la línea, por lo que da por entendido que esta se realizó sin mayores incidencias destacables.

En enero de 1938, el teniente Penas fue destinado al Estado Mayor de la 37 División como Jefe de Información, que pasó a comandar el Capitán López Mejías, el cual se llevó consigo a su equipo de confianza, del que Penas siempre formó parte. Muy poco después, se le asignó a este mismo equipo el mando de la 38 y, ya en la primavera, se les dio el mando de una de nueva creación, la 68, siempre comandada por el mismo López Mejías, que en mayo de 1938 fue destinada al frente de Castellón, poco después de que Penas fuera ascendido a capitán, dados los méritos acumulados hasta entonces. Allí libró duros combates hasta que, tras la caída del frente de don Benito el 24 de julio, por el avance de las tropas de Queipo de Llano, la 68 División recibió la orden de regresar a Extremadura, para reforzar este maltrecho frente, estableciendo su Cuartel General en Capilla.

Respecto a la línea de resistencia, existe un comentario final curioso por parte del propio Penas. Cuando escuchaban, aun en Castellón, el parte de guerra radiofónico del bando franquista, y en medio de la desolación por la captura por el enemigo de un amplio territorio del valle de La Serena, así como por la enorme pérdida de efectivos de su antigua y querida 20 Brigada (muertos o capturados) el parte decía que, con la toma de don Benito, se había hallado una magnífica línea de fortificaciones "construida por técnicos rusos", lo que, pese a lo dramático de la situación, ocasionó una sonora carcajada entre los oyentes. Por cierto que el ataque de Queipo de Llano sobre don Benito se produjo por la zona Norte del frente, aquella que en principio se consideraba suficientemente protegida, y no por la de nuestra mencionada fortificación.

Aparte del cargo de Jefe de Información de la 20 Brigada Mixta, el Capitán Penas desempeñó, en las diferentes Divisiones en que sirvió (37, 38 y 68), los cargos de Jefe de Operaciones e Información y de Jefe del Estado Mayor de esta última 68 División, este último ejercido en dos fases, durante un total siete meses. Al estar la guerra próxima a su fin, el Capitán Penas consiguió a duras penas escapar a Francia, embarcando en Gandía en un barco de guerra francés, el 30 de marzo. Regresó a España a fines de 1942, tras 3 años y medio de duro exilio. Después de un breve periodo de prisión fue puesto definitivamente en libertad sin cargos ya entrado el año 43, aunque represaliado e impedido para ejercer cualquier cargo público.

Como ya he mencionado, en 1972 escribió su libro de memorias, en principio sin ninguna intención de publicarlas; dirigidas únicamente a la familia y entorno cercano. Falleció en 1979.
Roberto Penas.
B
C
Primera línea de trinchera de sierra Ortiga, como se aprecia en la foto, las paredes están reforzadas con piedras, abundantes en esta posición, cegadas un poco con el paso del tiempo.
D
Posición de escucha o francotirador, Miguel metido en ella, delante de la primera línea de trincheras a unos cinco metros, esta línea tiene siete posiciones iguales a esta, comunicando con ella por otra trinchera encubierta, estos puestos eran ocupados durante la noche, la misión del centinela era dar la alarma en caso de ataque enemigo, lanzando una o dos bombas de manos en caso de escuchar movimientos en las alambradas, también era un punto de mucho riesgo para la vida del ocupante de escucha, dado que eran muy dados a demostrar que en la noche podían entrar en la zona sin ser escuchados, ni visto, segando la vida del centinela a cuchillo y dejando su cuerpo en la posición de escucha, también como prácticas para posibles a taques a la posición.
E
Esta primera línea de trinchera está compuesta también por siete nidos ametralladores o casamatas, el absceso a los nidos es desde la misma trinchera, sin tener que abandonar la misma para moverse de una zona a otra, a puestos de escuchas o nidos ametralladores, estando en todo momento protegido.
F
Detalle de cómo se comunicaba la trinchera con los nidos de ametralladoras.
G
Exterior del nido ametrallador o casamata, ya deteriorado con el paso del tiempo.
H
Interior de otro nido de ametralladoras, de los siete que componen esta primera línea de defensa.
I
Trinchera encubierta, comunica la primera línea con la segunda línea de defensa. Son de las que mejor se conservan, creo que por estar de forma vertical y el agua de lluvia no las ciegas, más la mantienen con casi la misma profundidad.
J
Última línea de defensa en la cima de la sierra, al lado de emplazamiento artillero, como se aprecia en la foto, es una pared de piedra de medio metro de ancho.
Como en la foto se aprecia desde este punto se domina todo el valle del río Guadámez, cualquier movimiento en masa sería apreciado de inmediato.
K
Una vez que bajamos de la sierra apreciamos este hermoso rebaño de ovejas, las cuales son muy dados en estos parajes de la Serena.
No tiene nada que ver con lo documentado ente artículo paro me parece un pequeño toque para que la vista aprecie el entorno tan lindo que se aprecia en estos años, no solo el rebaño, también los frutales en flor del valle del río, en época de grullas que son abundantes en estos parajes, las personas paseando o en época de espárragos buscando. Nada que ver con lo que vivieron las personas que ocuparon estas trincheras y que no imaginaron la calidad de vida que hoy podemos disfrutar.
José Pecero Merchán
 
Frente defendido por la XX Brigada Mixta (memorándum)

La 20 Brigada Mixta se formó, en noviembre de 1936, en Murcia. Su primer jefe fue el capitán de Infantería Justo López Mejías que había sido teniente en el Batallón Presidencial en Madrid; su primer comisario, el comunista Eusebio Carrascosa Olivares y, jefe de Estado Mayor, el capitán de Infantería retirado Luis Cemuda Campillo. La instrucción de la Brigada se prolongó hasta finales de diciembre, en que fue trasladada al frente de Córdoba para integrarse en la Agrupación Tajo - Extremadura. El 8 de enero de 1937, entró en primera línea relevando a la 3 BM en las posiciones de Los Villares y Cortijo de los Madroños y, durante los días siguientes, llevó a cabo reconocimientos ofensivos. El 22 del mismo mes y el 4 de febrero, realizó dos intentos fallidos de ocupar Lopera. El 8 de marzo, atacó desde Hinojosa del Duque a las fuerzas de Queipo de Llano que avanzaban sobre Pozoblanco y, cinco días más tarde, partiendo desde Alcaracejos, junto con la 25 BM, ocupó Villanueva del Duque. De estas operaciones salió la unidad muy quebrantada y se reforzó en Castuera con el 26 Batallón de Ciudad Real y otro que pudo ser el 1 de Jaén o el 2 de Manzanares.

Al organizarse el Ejército de la República en divisiones, la 20 BM pasó a formar parte de la 37 que mandaba el teniente coronel Juan Arce Mayora. El sector encomendado a la Brigada fue el de Castuera. En el "Plan P" que tenía por objeto cortar la zona rebelde en dos con la conquista de Mérida, su misión debía consistir en defender el frente pasivo, sin embargo, el plan no llegó a realizarse. En julio, atacó en Miajadas con el 4 Batallón sobre las sierras de Morra de Vivancos, Perolito y Suárez que ocupó, mientras el 2 Batallón hostilizaba al enemigo desde la orilla izquierda del río Ruecas. Sin embargo, el 4 Batallón cedió y las posiciones conquistadas se volvieron a perder. El 25 de agosto, la Brigada perdió la cabeza de puente de Medellín en una operación nacional para rectificar líneas. Por lo demás, el resto del año 1937 y la primera mitad de 1938 transcurrieron para la unidad en una monótona guerra de posiciones.

En enero de 1938, López Mejías fue relevado por el comandante de Infantería Luis Espinosa Briones que, el 18 de julio de 1936, era capitán en el Regimiento Sevilla n.º 34 de Cartagena. El 13 de mayo, Espinosa fue reemplazado, a su vez, por el coronel mexicano Juan Bautista Gómez Ortiz, pasando el primero a jefe de Estado Mayor.

Al iniciarse la ofensiva nacional en La Serena, en julio de 1938, la 20 BM se hallaba en vanguardia en Guareña y pronto se vio en riesgo de ser copada, por lo que tuvo que retirarse a La Coronada para integrarse en una efímera División "B" que se creó y desapareció en un día. Formando parte de la División “A” intentó infructuosamente ocupar Castuera, el día 23 de julio. Al día siguiente, no pudo evitar un nuevo envolvimiento, del que solo se salvaron los batallones 77 y 79, que huyendo por Puerto Hurraco llegaron a La Puebla de Alcocer. Entre los desaparecidos estaba el nuevo jefe de la Brigada, el mayor de milicias Eduardo Robledo González, que, este mismo día, había sustituido al coronel Gómez.  De la 20 Brigada Mixta se hizo cargo el mayor de milicias Gabriel Pareja Núñez, que reorganizó sus fuerzas para reintegrarse a su sector frente a Castuera, donde permaneció hasta el final de la guerra.
El medio de comunicación de la 20’Brigada Mixta llevaba por título “Venceremos”.

Información extractada de: Historia de las Brigadas Mixtas del E. P. de la República, de Carlos Ángel. 1.999
Como ya he expuesto atrás en otras publicaciones, este frente se mantiene desde septiembre de 1936 a julio de 1938, cuando los franquistas realiza un fuerte ataque para eliminar los que ellos llamaban la hernia roja y la zona republicana, el espolón del gallo, que da como resultado la bolsa de la Serena o Mérida.

BOLSA DE LA SERENA: Verano de 1938 cuando se desencadenase la ofensiva nacional para terminar con el peligro que suponía para sus líneas la Bolsa de La Serena. Se desarrolló entre el 20 y 24 de julio, y fue ejecutada por los Ejércitos del Centro y del Sur en operación combinada. Fueron conquistados 23 pueblos y 2.780 km², cayendo a manos nacionales poblaciones tan importantes como don Benito, Villanueva de La Serena, Medellín, Campanario, Navalvillar de Pela, etc. El parte de guerra, fechado el 24 de julio, habla de más de 1.000 muertos infringidos al enemigo, así como de la captura de varios millares de prisioneros. Según relata el mismo parte, «la caballería prosigue su avance y recoge por el campo a las unidades enemigas desperdigadas». Las operaciones de limpieza y represión de las partidas de milicianos escondidos en el campo durarían hasta bien entrado el mes de agosto. Ante el descalabro de La Serena, el Ejército Rojo de Extremadura recibió refuerzos del XIII Cuerpo, enviados desde Levante, e inició una contraofensiva, logrando recuperar parte del territorio arrebatado por los nacionales en la provincia de Badajoz.
http://perso.wanadoo.es/guerracivilcc/texto7.htm
José Pecero Merchán
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