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Dibujo

José Pecero Merchán. Un Poco de Nuestra Historia. Guerra Civil en Badajoz.

Soy José Pecero Merchán, conocido normalmente como (PEPE), trabajo como operario de bodega en CAVE San José. En mi tiempo libre, estos últimos años lo he dedicado a la historia, sobre todo la relacionada con mi provincia BADAJOZ. Consumado senderista, he visitado muchos sitios hermosos de mi provincia, lleno de historia y de belleza paisajística. Ello me lleva a poner en práctica una aventura, que en mi cabeza rondaba hace ya tiempo.

¿Qué pasó en la Guerra Civil en nuestra provincia?.
Desde pequeño he escuchado muchas historias de personas que participaron en ella, mentando zonas donde combatieron, pueblos como Campillo de Llerena, Retamal, Guareña, etc. Y por mucho que intenté encontrar en los libros de historia no encontré nada, hasta estos últimos años, que con la democracia comienzan aparecer tímidamente algunos libros, artículos en la prensa, documentales, etc.

De los cuales más adelante expondré aquí algunos de ellos, pero lo que más me ayuda en esta aventura. Es consultar e investigar en Internet donde encuentro testimonios de primera mano, sobre combatientes del Frente Extremeño, el cual existió y fue el gran olvidado en los libros de historia.

Muchas personas, e historiadores inclusive, piensan que la provincia de Badajoz fue un paseo militar, de las fuerzas rebeldes o “nacionales”. Siendo para mí como ya menciono antes un gran olvido.

¿Cómo demostrar que no fue así?. 

Que mejor manera que documentar fotográficamente. A pie de campo, los restos de la arquitectura militar que se origina en la provincia entre 1936 y 1939, periodos que duró la Guerra Civil, y que hoy en día quedan en pie, que demuestra la importancia que tuvieron los Frentes de Extremadura en ese periodo de la historia contemporánea de España.

A lo largo de las distintas publicaciones de esta web, presentaré los distintos frentes, operaciones militares, que se establecen y llevan a cabo en esta provincia de Badajoz, y la importancia de las mismas para uno u otro bando. Y a sí demostrar que la provincia de Badajoz no fue un paseo militar, que muchos paisanos nuestros llenaron esas trincheras, que participaron en esas operaciones militares y en memoria a esas personas que ocuparon un lado u otro de las mismas, lo expondré en esta página.

José Pecero Merchán

UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN

Comenzamos con una resumida introducción, situándonos históricamente en el ambiente político de los principios de los 30, donde los españoles se dividían entre monarquía o república, a consecuencia de las elecciones del 12 de abril de 1931 en toda España, cuarenta y dos capitales de provincia votaron a candidatos republicanos.

El resultado de los escrutinios llevó al rey Alfonso XIII a marcharse de España, proclamándose seguidamente el 14 de abril de 1931 la Segunda República.

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El nuevo régimen despertó grandes esperanzas en los trabajadores y clases populares del país, siendo acogida con simpatía por intelectuales y profesionales libres; en cambio, encuentra la hostilidad de la nobleza, de los capitalismos industrial y financiero, de la iglesia retrógrada y oscurantista, de los grandes terratenientes y de los caciques pueblerinos. Pasando cosas muy desagradables por este motivo.

Dice Tomás Aquino Barquero, en su libro Un trozo de historia de mi pueblo. Quintana de la Serena

El 18 de julio de 1936, el ejército de Marruecos se subleva contra la república y algunas provincias de la península se agregan al alzamiento.

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Como se aprecia en el mapa Extremadura, queda dividida en dos: Cáceres en casi su totalidad se suma a la sublevación y Badajoz queda con la República.

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Diario manchego del 18 de julio 1936, en portada la noticia del movimiento militar. El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra. El principal objetivo de los rebeldes era llegar a tomar Madrid. Para ello, creo un "puente aéreo" organizado con aviones alemanes e italianos.  Que permitió el rápido traslado del ejército de África a la península compuesta de legionarios, regulares y fuerzas profesionales con unos pocos aviones de ataque y bombarderos disponibles. Se hostiga a la escuadra republicana en el estrecho, permitiendo el paso de un primer convoy naval prácticamente desprotegido entre Ceuta y Algeciras, y se inicia el 2 de agosto de 1936 la marcha por la N630 para tratar de unir las dos zonas en poder de los sublevados.

La marcha se realiza en columnas.

1ª Columna al mando del Tte. Coronel Asensio:

II Tabor de Regulares Tetuan
IV Bandera del Tercio
Dos Auto ametralladoras
Una batería de 70 mm
Una compañía de Zapadores
Una estación de radio a caballo
Servicio de Sanidad

2ª Columna al mando del Comandante Castejón:

V Bandera del Tercio.
II Tabor de Ceuta
Una batería de 75 mm.
Una columna de municiones.
Una sección de transmisiones.
Servicios de intendencia.
Servicios de Sanidad.

3ª Columna al mando del Tte. Coronel Tella:

I Bandera del Tercio
I Tabor de Tetuán
Una batería ligera
Sección Guardia Civil
Varios servicios

Servicio histórico militar.

Guerra civil en Extremadura - operaciones militares.

Según el historiador, Julián Chávez Palacios. La primera en partir es la columna mandada por Asensio, totalmente motorizada, entrando en la provincia de Badajoz el 4 de agosto de 1936.

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 Espero que guste lo expuesto, pero creo necesario situarnos un poco en los acontecimientos antes de mostrar mi trabajo sobre los restos o vestigios que originó la contienda en la provincia con la estabilización de los frentes de guerra.

Las columnas están en los límites de la provincia de Badajoz, para conseguir su objetivo de llegar a Madrid en la mayor brevedad.

 En este tiempo de investigación, para lograr encontrar los vestigios de los frentes, he tenido que leer muchos documentos, testimonios, libros, etc. Por ello tengo y me creo en la obligación de mostrar algo de la información obtenida, del paso de la columna “Madrid” por la provincia de Badajoz. Aunque en un principio solo pensé pasar de largo como una pequeña introducción, pero una vez metido en el tema, no he podido evitarlo y me he metido un pelín a fondo.

 Dice Manuel Sánchez del Arco, del periódico ABC editado en Sevilla a favor del alzamiento, como corresponsal en la columna de Castejón, lo siguiente:

A unos diez kilómetros de Santa Olalla se adentró el coche de Castejón, en el que le acompañábamos el marqués de Nervión y yo. Rebasamos los carros de asalto que iban explorando el camino. Con los faros apagados esperando solos en la hora solemne de la noche. Ni un ruido, ni una luz.

-Vamos a tener muy pronto una gran sorpresa – dijo Castejón.

Una espera larga, y de la parte de Badajoz que llegan a nosotros en varios camiones 110 guardias civiles de aquella comandancia, que han podido concentrarse en un punto determinado para, reunidos todos, unirse a la columna Castejón.

Manuel Sánchez del Arco. 6/08/1936 ABC

Esta incorporación de guardias civiles es lo que llama mi atención, el cómo se produce los hechos antes de su incorporación a la columna de Castejón y creo que a los lectores le interesará conocer lo ocurrido, por ello me acordé del testimonio de Rumuldo Rodríguez. El cual leí hace tiempo, pero quedo en mi memoria, hay detalles que coinciden en lo publicado en ABC y el testimonio personal de este.

De esta forma, relata Rumaldo los hechos ocurridos.

Rumaldo Rodríguez Beza, que escapo de las garras fascistas por puro milagro, me cuenta lo que sigue. Que al regresar a Llerena de volar un puente, en una camioneta con varios camaradas, tropezaron con los camiones de la guardia civil que salía del pueblo hacia Sevilla. Estos guardias eran de Llerena y se habían sublevado, pero ellos lo ignoraban; con vivas a la República les invitaron a que subieran a sus camionetas, diciéndoles que marchaban con las fuerzas leales. Nuestros compañeros se resistieron algo porque no iban preparados, pero los guardias insistieron casi con tono de amenaza, consiguiendo meterlos en los camiones que salieron con dirección a Sevilla. Por dondequiera que pasaban vitoreaban a la República. En el camino tropezaron con el automóvil en que regresaba Maltrana de realizar una gestión en unos cerros próximos. Los guardias pararon el automóvil e hicieron que les siguiera, pues ellos afirmaban que iban en busca del enemigo. Pasaron por diferentes altos donde encontraron infinidad de cadáveres, comprobando que en aquel lugar había habido un choque entre milicianos y fascistas. Continuaron la marcha preguntando a una pobre mujer si había visto a los fascistas, esta contestó que hacía solo un momento que se había luchado en aquel lugar y que los fascistas no habían hecho más que partir, indicando la dirección. Esto sucedía cerca de las ocho de la noche. Los guardias comenzaron a hacer señales con los faros de los autos y ha [sic] poco vieron el primer camión de la columna fascista. Entonces el teniente invitó a los camaradas a que agachasen en el fondo del camión. Los fascistas de la columna ondearon la bandera blanca e inmediatamente el teniente responde con otra.

Se aproximan los camiones y los compañeros, ya recelosos, pueden comprobar la traición. Maltrana en su auto, a la retaguardia, no pudo oír la conversación sostenida por el teniente con el jefe de la columna, pero el compañero que me ha dado esta información, que iba en el primer camión del guardia con el resto de los primeros que fueron engañados oyó perfectamente decir al teniente de Llerena al jefe de las fuerzas facciosas, que ellos han escapado debido a una confidencia del gobernador de Badajoz y que al escapar habían traído unos prisioneros. Inmediatamente, se dio la orden de fusilamiento de los camaradas. Estos, que habían sido amarrados por las muñecas con los cordones de los revólveres de los guardias civiles, aprovechándose de la oscuridad, intentan desatarse, consiguiéndolo entre ellos el que me relata el hecho. Al ir a sacarlos del camión, este camarada, valiéndose de una pequeña confusión al fusilar al primero, empujó a unos guardias y escapo a correr, teniendo la suerte de evadirse debido a la oscuridad, y hoy está entre nosotros así como Maltrana, que escapó dando una fuerte patada a la puerta de su auto. Los guardias que le acompañaban, mientras cargaban los fusiles, no les dio tiempo a tirarle.

 FUNDACIÓN ANDREU NIN.  http://www.fundanin.org/Documentos sobre la guerra civil y la represión en Llerena

José Fernando Mota Muñoz (recopilación y nota.

Esta otra nota es del ABC.

Con los guardias que se incorporan han llegado unos dinamiteros, sorprendido con las armas y los explosivos, en el momento que se disponían a volar un puente. En ellos se cumple la ley de guerra, y la noche serrana se ilumina con unos fogonazos.
Manuel Sánchez del Arco. 6/08/1936

La columna de Castejón se desvía para la toma de Llerena que el 5/08/1936 cae en manos de los nacionales o rebeldes. Al mismo tiempo, la columna de Asensio toma Monesterio, Fuente de Cantos y Calzadilla de los Barros, el 4/08/1936, sin apenas resistencia.

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Como todos sabemos, las defensas de los pueblos de Badajoz estaban compuestas en su mayoría por milicianos, los cuales carecían de tácticas militares como de armamento, siendo muy vulnerables en el combate. Por ello, la columna de Asensio encontró poca resistencia en la entrada de las poblaciones tomadas ese día, no a sin la columna de Castejón el 5 de agosto en Llerena.

Dice Manuel Sánchez del Arco. En ABC de Sevilla. Sobre la toma de Llerena:

A las doce nos apartamos de la carretera y emprendemos el descenso hacia Llerena,. En el camino se registró un cortijo, en el que ha habitado estos días el organizador de milicias marxistas, teniente de Artillería García Pina. La noche antes partió para el campo con un grupo rojo. Únicamente se hallaban en el cortijo una hermana y una hija de García Pina.

Caminamos por entre encinas, y ya de día claro hacemos alto junto a una cortadura, en cuyo fondo un regajo pone a la luz naciente la nota viva de sus adelfas.

Y, de pronto, de parte de Llerena, aún oculta tras un cerro, llega hasta nosotros un desorbitado coche con bandera roja. Es un “Minerva” M-35230. Vienen cuatro hombres, portadores de armas y gran cantidad de dinamita.

Seguimos en la emboscada, y diez minutos después, el camión SE- 16270, con treinta y seis hombres, con brazaletes rojos, su roja bandera, el coche, armas, municiones y explosivos, viene a caer en poder de los dos o tres legionarios que seguían a Castejón. Cuando quieren oponer resistencia, es tarde.

A las seis y media se inicia el movimiento envolvente, a cargo de los Regulares de Tetuán, y por este orden avanza el tambor de Rodrigo Amador de los Ríos; la segunda Compañía, del capitán Anzoleaga, la tercera, del capitán De Miguel, y la primera del capitán Ramos.

El pueblo queda envuelto, asaltando los regulares las alturas, que dominan la población. La batería del capitán D. Fernando Parón emplaza dos cañones, y se van batiendo los grupos rojos. Avanzan los tanques y entran en el pueblo. A mediodía, Llerena está dominado virtualmente.

Y entonces surgen los episodios bravíos de la toma de Llerena, que relataremos mañana.-

 Manuel Sánchez del Arco. ABC. 6/08/1936

El día 5 de agosto la Columna Asensio se encuentra con la primera resistencia importante, en tierras de la provincia de Badajoz. Ya que por fin el Gobierno legítimo de la República se da cuenta de la situación; decide organizar y mandar una columna compuesta por soldados de Badajoz del 16 regimiento, Carabineros, Guardias de Asalto y sobre todo milicianos, organizada por el coronel Puigdengolas, creando esta línea de defensa en las sierras del Castillo y San Cristóbal (Los Santos de Maimona).

POR TIERRA DE BARROS.

La columna de Asensio sale de Calzadilla por la carretera nacional 630, a la toma de Los Santos de Maimona para seguir su avance a Madrid.


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FOTO: Columna de Asensio en su paso por la provincia. Escaneada de la revista “Cronología de la guerra española, n.º 27” editada por Ediciones Codees S.A. Buenos Aires, Argentina (1966), archivo personal del autor.

El gobierno se da cuenta y valora el peligro que supone el rápido avance de las columnas rebeldes. Encargando al Coronel Puigdengolas, organizar un convoy que corte el paso de este avance en Los Santos de Maimona.

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                                                                                      Héctor Alonso García (Cuestión de cifras en la batalla de Badajoz)

Este comentario nos da una idea de la formación de la columna de Puigdengolas y nos sitúa de antemano en el resultado de la batalla, librada ese día 5 de agosto en la sierra de San Pedro y del Castillo, en Los Santos de Maimona.

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                                                                                            Milicianos defendiendo una posición.( Photo-History I Graphics)

Esta foto no corresponde a la batalla de los Santos, pero es una prueba de la poca preparación militar de las columnas republicanas, para hacer frente a un ejército profesional y con experiencia en el combate como era el de África

El enfrentamiento comienza sobre la una de la tarde, durando la batalla de 5 a 7 horas, el resultado es muy negativo para la columna de Puigdengolas, dada su poca experiencia en combate. El entusiasmo y el arrojo de los milicianos van decayendo a medida que se endurece la lucha, la aviación nacional o rebelde bombardea Los Santos. La derrota de esta columna republicana es un hecho; con pérdidas importantes de material bélico y con cerca de 300 bajas (entre heridos y muertos), la toma de Los Santos de Maimona al atardecer de este día es una realidad.

En solo cuatro días la columna estaba ya a 120 km de Sevilla. Su punto de partida. El día 6 de agosto, la columna de Asensio se dedica a la “limpieza” del municipio y como en anteriores pueblos establece una comisión gestora al frente del Ayuntamiento.

Ese mismo día Los Santos sufría los bombardeos de la aviación republicana. La columna de Castejón se encuentra en Monesterio y desde allí toma el pueblo de Calera de León.
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La columna de Castejón traslada una compañía de la 5 Bandera y otra de 2 Tabor de Regulares a Los Santos, con el objetivo de la toma de Zafra. A primera hora de la mañana del día 7 de agosto se ponen en marcha hacia su objetivo (Zafra), nada más venir el día se encontraban en las afueras de esta población; en la mañana del 7 de agosto ya era un hecho la toma de este pueblo y posteriormente se dirigen a la cercana población de Puebla de Sancho Pérez, tomada está sin apenas resistencia.

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Cumpliendo estos objetivos, la columna regresa a Los Santos, no sin antes realizar la “limpieza” y Comisión Gestora al frente de los Ayuntamientos.

Comenta el ABC de Sevilla sobre la toma de Zafra:

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Ese mismo día 7 de agosto, Asensio, por su parte, se dirige a Villafranca de los Barros, con el objetivo de tomar esta plaza y Almendralejo. La pequeña defensa de Villafranca se ubica en la central eléctrica, siendo sobrepasada por las tropas franquistas sin ningún problema y realizando una operación envolvente sobre la plaza que fue tomada rápidamente. Ese mismo día el núcleo de la columna se desplaza hacia Almendralejo.

Hoy en día se mantiene en la central eléctrica el cartel con el daño en la cerámica que produjo uno de los proyectiles en el ataque.

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                                                                                                Foto tomada en 2006 (Archivo personal del autor)

Con dirección a Almendralejo, donde existía una notable fuerza republicana, en su mayoría milicianos del pueblo, estaban listos para la defensa. A las diez de la mañana de este día suenan los primeros disparos de cañones, a pesar de los constantes bombardeos de la aviación republicana sobre las tropas rebeldes. Hacia las cuatro de la tarde consiguen romper las líneas de defensa y ocupan Almendralejo, con la excepción de la iglesia en la que se atrincheran en la torre un grupo de milicianos, manteniendo una fuerte resistencia hasta el día 11, cuando el templo fue incendiado y su torre volada por los ingenieros rebeldes.

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Interior de la iglesia parroquial de Almendralejo después de las acciones del día 11. El 8 de agosto del 36, se organiza otra columna de fuerzas en Sevilla (Legionarios, Regulares y Moros) a las órdenes del teniente coronel Tella, con el objetivo de unirlas a las dos anteriores que ya estaban en la provincia de Badajoz (Asensio y Castejón). Una vez Franco llegado el 7 de agosto de Marruecos a la Península y estableciendo su cuartel general en Sevilla. Mandó unificar las dos columnas bajo el mando único del teniente coronel Asensio, más agregar la tercera al mando del coronel Tella, para reforzar los efectivos y abordar, así, la ocupación de Mérida. Los mandos del ejército rebeldes o nacionales, era consciente de la importancia de esta plaza, nudo de comunicaciones que permitirían el enlace con los sublevados en Cáceres y cortaría los contactos entre Madrid y Badajoz. La defensa de Mérida estaba organizada, por militares a las órdenes del capitán Medina y por las milicias populares dirigidas por el comunista Martínez Cartón.

Opiniones del Avance y la toma de Mérida.

Como podemos comprobar en los capítulos anteriores, desde la salida de las tropas rebeldes o “nacionales” de Sevilla el día 2 de agosto, la única oposición encontrada en su avance por tierras de Badajoz, es en Los Santos de Maimona y Almendralejo. Se pudo considerar la afirmación de algunos historiadores, por atribuirles algún título, UN PASEO MILITAR, más adelante veremos, no fue un paseo. Que parte de nuestra provincia queda en poder del gobierno legítimo y se establecen los frentes de guerra, hasta el 1939, pues una vez el factor sorpresa se esfuma, el gobierno se centra en parar lo antes posible las columnas rebeldes en su dirección a Madrid.

El avance tan rápido de las tropas de Franco por la provincia se debe a un acúmulo de circunstancias y errores de organización por parte de las autoridades provinciales como nacionales. El plan de defensa de la provincia, según explica Tomás Aquino (alcalde de Quintana de la Serena elegido en las urnas en mayo de 1931) en su publicación “Un trozo de Historia de mi Pueblo” era el siguiente:

La provincia había sido dividida en siete zonas, cada una de las cuales comprendía tres o cuatro partidos judiciales, dependiendo de un vocal del Secretariado. En tiempo normal, el cometido de los delegados de zona consistía en orientar y controlar las acciones reindicativas de los campesinos, con arreglo a los principios doctrinales y tácticas de la lucha de la U.G.T. Pero en caso del 18 de julio de 1936, fue ir pueblo por pueblo dando consigna a los trabajadores para coger las armas y defender a la República. Para Badajoz capital todos los hombres disponibles en los pueblos cercanos de esta manera respondieron al llamamiento del Secretariado unos diez mil. Muchos de ellos fusilados una vez caída la capital (Badajoz).

Este comentario da una idea de la defensa organizada en la ciudad, una falta de organización que daría lugar al rápido avance de las tropas rebeldes y profesionales, experimentadas en combates en la guerra de África.

Al no llevándose a cabo el plan inicial de defensa para la provincia organizado, se centra en defensa locales sin más. Hombres que en su mayoría son braceros del campo o idealistas de izquierdas, casi todos cabezas de familias, que por mucho “en mi opinión” empeño que se esforzaran nada tenía que hacer ante tropas profesionales y disciplinadas.

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                                                                                                     Tropas franquistas o “rebeldes” parapetadas.

Mientras las columnas franquistas o “rebeldes” preparan su avance hacia Madrid en algunos pueblos de nuestra provincia, las fuerzas del orden y apoyados por algunos falangistas se unen a la sublevación, el ejemplo más destacado lo tenemos en Villanueva de la Serena, donde la guardia civil, junto a militares de la caja de recluta, que en aquella fecha existía en esta localidad y algunos falangistas logran su objetivo, quedando Villanueva en manos de los sublevados por unos días. Siendo sofocada la rebelión por Guardias de Asalto, mineros de Peñarroya y milicianos de Don Benito y pueblos limítrofes.

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Lo mismo ocurre en Badajoz capital, donde la guardia civil se subleva, dando lugar a unos días de máxima tensión, con enfrentamientos entre milicianos, fuerzas leales y guardias civiles atrincherados en la casa cuartel. En Azuaga la guardia civil también controla rápidamente la situación, los milicianos pedían armas para defender a la República, negando estos su entrega de armamento, los campesinos lo logran por la fuerza con un resultado de 18 muertos, después de esto los guardias y su familia abandonan la localidad y se incorporan en Llerena, donde se pasan en días próximos a los nacionales.
En el caso de Monesterio, los guardias civiles aguantaron atrincherados hasta la llegada de las tropas de África.

Una vez controlado supuestamente los núcleos rebeldes de la provincia, el orden era implantado por general por las milicias, sobre todo en los pueblos, dando lugar a la detención por norma general de todos los afines de ideas de derecha.

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Es una pequeña muestra de cómo se encontraba la situación, desde el día 18 de julio de 1936 a la entrada de las tropas rebeldes en nuestra provincia (Badajoz) el 4 de agosto del 1936.

Prosigue el avance.

Una vez consolidada la plaza de Almendralejo, las tropas rebeldes se preparan para la toma de Mérida. Franco en Sevilla pone al frente de las columnas al Teniente Coronel Yagüe, el cual no se hace cargo de ellas hasta el día 11 de agosto.

El día 10 de agosto cae el pueblo de Torremejia, y al día siguiente se inicia la ofensiva sobre Mérida.

Dice Fernando Fernández, como componente de la columna de Asensio, en su testimonio, en La Guerra Civil en Extremadura, publicada por el periódico Hoy en 1986.

Aquella misma noche, todo el contingente se preparó para avanzar hacia Mérida, pero al estar la columna lista para salir pasó algo raro, nos dieron un rancho frío, y dieron orden de salir al amanecer, de manera que todo el mundo pasa la noche en los vehículos.

La verdad que la gente no estaba muy cansada, por qué habían podido descansar en los camiones durante el avance.

A la mañana siguiente salimos hacia Mérida, la columna completa, al mando de Asensio. Para conquistar la ciudad, la columna montó la primera gran maniobra del avance, y fue la primera batalla.

En Mérida hubo mucha resistencia. Nosotros llegamos por la tarde a los altos de donde luego estuvo CEPANSA, y había allí una gran resistencia e intenso fuego, con numerosas bajas por parte del enemigo. Nosotros llevamos mejor suerte. Luego, cuando nos aproximamos a la ciudad, vimos que aquellos llanos estaban sembrados de cadáveres. Mérida se toma el 11 de agosto, pero aquella noche yo no dormí en la ciudad, porque Asensio me mandó a que fuera, con el coche a Almendralejo, donde había llegado ya el Teniente Coronel Yagüe, que había recibido el mando del ejército de África, para que llevase un mensaje.

Como afirma Sñ. Fernando, el Teniente Coronel Yagüe se pone al frente de las columnas ese día, llegando a establecer su cuartel general en el parador de Mérida el día 12 de agosto.

El contenido de estos artículos es una muestra de la dureza de los combates en la toma de Mérida.

Francisco García, la toma de Mérida estuvo precedida de bombardeos y de fuego de artillería, que causaron las primeras bajas entre la población civil. El asalto se produjo en la noche del lunes 10 de agosto de 1936. La ciudad cayó el día 11, al mediodía. 

La batalla se saldó con numerosas bajas entre los grupos de milicianos y Guardia de Asalto, entre 300 y 400. Mientras que en el ejército nacional murieron unos 60 soldados. 

Atacaron la ciudad unos 3.000 hombres agrupados en una Bandera de Falange y un Tabor de Regulares al mando del Comandante Castejón; la cuarta Bandera de Falange y el 2º Tabor de Tetuán, al mando del teniente coronel Yagüe. La ciudad fue defendida por unos 1.500 hombres al mando del capitán Medina. 

Según datos de la Asociación para la Memoria Histórica, al día siguiente de la toma fueron fusiladas 200 personas y la represión duró hasta el año 1947. 

El PERIÓDICO Extremadura (Ofrenda floral en recuerdo de la toma de Mérida en 1936) 11/08/2003 REDACCIÓN MÉRIDA.

La ocupación

En el caso concreto de Mérida, este libro recoge interesantes aportaciones. Julián Chaves distingue entre dos puntos de trabajo. Por un lado, la ocupación de la actual capital autonómica y, por otro, la represión durante y después de la contienda.

En el primer caso, el profesor recuerda que Mérida fue tomada por las tropas africanas de Franco el 11 de agosto, menos de un mes después del alzamiento, que se produjo entre el 17 y el 18 de julio.

Según destaca Chaves, la ciudad emeritense ofreció el primer enfrentamiento serio a las tropas de los Tercios de Regulares, que hasta la fecha habían encontrado poca oposición en su avance hacia el norte desde Sevilla, que fue «prácticamente un paseo militar ante milicianos inexpertos».

Sin embargo, en Mérida se encontraron con las tropas leales al gobierno republicano dirigidas por el capitán Medina, así como con una numerosa masa de voluntarios. Pero su resistencia fue inútil ante unos 2.500 soldados del bando sublevado.

Para la toma de la ciudad resultó imprescindible el control del Puente Romano, hasta el punto de que Rivas Cherif ha dejado escrito que su cuñado, el presidente Azaña, criticó la mala defensa e incluso el hecho de no haber destruido este monumento para evitar la caída de la capital extremeña.

El motivo de su enfado es que se sabía que para los franquistas «Mérida significó un avance extraordinario, porque enlazaba las tropas del norte del general Mola (que dominaban Cáceres desde el alzamiento) con las tropas del sur de Franco». Tanto es así que para el profesor Julián Chaves la toma de Mérida supuso «una sentencia de muerte para Badajoz».

La ciudad emeritense solo pudo resistir la mañana del 11 de agosto. Durante esas horas, las calles emeritenses fueron bombardeadas por los aviones italianos y alemanes al mando de Franco. Julián Chaves narra cómo el diputado cacereño Luis Romero, afincado en Mérida tras el éxito del alzamiento en Cáceres, recogió que «el espectáculo de las galerías subterráneas de la zona del Teatro Romano, llenas de mujeres y niños, era dantesco». 

Foro por la Memoria, Mérida. La Uex recupera la memoria histórica de la comarca hoy digital - 19 de diciembre de 2004.


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                                                                                                        Esta foto no corresponde a la toma de Mérida. 

La captura de prisioneros gubernamentales, en las operaciones sobre Mérida, es importante. Una columna de soldados y milicianos dirigiéndose a su punto de encuentro.

Foto y comentario, de la revista “Cronología de la guerra española, n.º 27” editada por Ediciones Codees S.A. Buenos Aires, Argentina (1966).

He creído más conveniente exponer estos contenidos sobre la batalla de Mérida, que exponerlo con mis palabras, son artículos que normalmente aparecen en los periódicos y pasan desapercibidos, pero que encierran un trozo de nuestra historia, no tan lejana.

Las columnas de Yagüe avanzan sobre Extremadura a tal velocidad, que para el 10 de agosto habían avanzado ya 300 Km hasta Mérida. La explicación de esta rápida conquista, que algunos suponen la segunda más fulminante y extensa de la primera mitad del siglo XX (Beevor, 2005), podemos buscarla en el error republicano de pretender defender el campo abierto con milicianos, que aunque de gran espíritu, arrojo y valentía (con permiso de Pío Moa), de capacidad de combate y mando prácticamente nula (incluso los oficiales regulares huían de los aviones rebeldes). Pero además, es inestimable la experiencia de las tropas africanistas, fogueadas ya en las guerras irregulares de Marruecos, y en el uso acertado del apoyo aéreo y artillero. Respecto a esto, podría ilustrarnos sobremanera una nota del comandante de la Legión Cóndor Von Richthofen: “los rojos huyen de los aviones alemanes”. Para la toma de Mérida, nos encontraremos con una imagen que a partir de ahora se hará popular en los primeros meses de la guerra: artillería y bombarderos machacando a la población civil y tropas africanas acabando el trabajo a punta de bayoneta.

http://www.goymad.com/index.php (El Cañizo)

Esta parte de un artículo publicado en EL Cañizo, muestra la participación aérea en la batalla. Podemos encontrar muchos artículos, y contrastar opiniones para sacar nuestra propia conclusión.

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Como denuncia el titular de prensa, la neutralidad tan cantada a bombo y platillo, de no-intervención, en la que se saltan a la torera las naciones europeas, como Alemania, Italia, Portugal, etc. Cinismo que paga con creces todos los españoles de esa época, unos para implantar sus ideales políticos, otros por miedo a un conflicto bélico en el ámbito mundial, el cual se daría tres años más adelante, como el caso de Alemania interviene en la guerra, para probar sobre el campo de batalla su armamento, comprobando su efectividad o fallos a resolver. Es triste que esta guerra fuera el campo de entrenamiento para lo que en un futuro próximo se avecinaba a la hipócrita Europa de los años 30.

La toma de Mérida, al tiempo de ser una enclave de comunicación importante, es la unión de las fuerzas rebeldes del Norte con el Sur, y la unión de esto dos núcleos de ejército dan lugar, con la ayuda de Alemania e Italia, a un ejército fuerte, en armamento, tropa, etc.

El Heraldo de Aragón – 13 de agosto de 1936.

Da la noticia de la unión de los ejércitos rebeldes del norte y del sur, una vez tomada Mérida. Como un gran logro de los sublevados.

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Titulares y comentarios evasivos, retocados para evitar desmoralizaciones. En la prensa republicana.

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Una vez más la prensa republicana no cuenta la cruda realidad, manteniendo a la opinión pública confundida. A sin refleja la ofensiva rebelde el periódico manchego

El día 12 de agosto las fuerzas rebeldes o”nacionales” se dedican a consolidar las posiciones alcanzadas, tomando la sierra de San Serván y el pueblo de Esparragalejo. Quedan en Mérida las tropas indispensables y las tropas Castejón y Asensio marchan en dirección oeste por la margen izquierda del río Guadiana y la carretera dirección Badajoz y la frontera de Portugal, país que apoya a los sublevados.

Yagüe no disponía de mapas militares de aquella zona, y únicamente teníamos una guía Michelín, donde naturalmente no figuraban las cotas del terreno, Castejón informó a Yagüe que yo era de Badajoz y que, por tanto, conocía bien el trayecto desde Mérida, así como la ciudad. Yagüe me llamó y, con mis tres falangistas, me, instale también en el parador.

Yagüe me pidió toda clase de datos acerca de los accidentes del terreno, cerros, sierras, disposición de Badajoz, etc. Le informé de todo y me incorporo a su cuartel general.

Dice Fernando Fernández en su testimonio en La Guerra Civil en Extremadura, coleccionable publicado por el periódico Hoy en 1986.

Ese mismo día Mérida, sufre un fortísimo contraataqué gubernamental, con tropas compuestas de milicianos y guardias de asalto. Quedando destrozada en el enfrentamiento con las tropas profesionales de África y la ayuda de la aviación alemana.

Se puede considerar como el primer intento del gobierno central de parar la columna Madrid.

A la Toma de Badajoz Las tropas al mando de Yagüe, se desvían su principal objetivo, que es Madrid, para dirigirse a la toma de Badajoz. Con el consiguiente retraso que esto supone en su rápido avance hacia la capital y con el objetivo de comunicar lo antes posible con Portugal, país simpatizante con los sublevados y al mismo tiempo no tener a espaldas una zona tan importante en manos de la república, da lugar a la toma de esta decisión por las tropas rebeldes.


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                                                                                                         Photo History: The War In

El día 13 de agosto del 1936, sobre las tres de la madrugada, la columna parte a su objetivo por la N-V, margen izquierda del río Guadiana. El primer pueblo que cae en poder de la columna fue Lobón, sin apenas resistencia, llevando a cabo la sustitución de las autoridades elegidas democráticamente por una comisión gestora compuesta por personas de derecha.

Como a lo largo de la entrada en la provincia, las tropas rebeldes o nacionales en cada pueblo tomado por ellos, era el mismo patrón a seguir, cambio de autoridades y limpieza del pueblo (Fusilamiento), de personas NO AFINES A SUS IDEAS.

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Después de asegurar Lobón, la columna se dirige a Puebla de la Calzada, siendo tomada esta plaza sin apenas dificultad y al igual que pueblos anteriores se colocan la gestión gestora, poniendo el próximo objetivo Montijo, a distante pocos kilómetros de puebla. Es muy curioso la información que he tenido a través de libros y documentos sobre los rebeldes por teléfono que comunican a las autoridades de Montijo que entreguen el pueblo bajo amenaza de bombardear este.

Las autoridades procedieron a su entrega, sin vacilar, pero con un acuerdo que de evitar represalias y derramamiento de sangre, siendo roto unos días mas adelante y llevando a cabo las actividades represivas a todas personas de izquierda como era habitual por método de ejecuciones.

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Talavera la Real, última población que toma la columna de Yagüe antes de la capital, este mismo día 13 de agosto, los milicianos de Talavera fusilan a 18 personas de derecha poco antes de la entrada de las tropas de Yagüe.

El 13 de agosto la columna y nosotros después, recorrimos los 60 km que nos separaban de Badajoz, después de tomar Talavera la Real. En este pueblo, en la cuneta, vimos el cadáver de un cura y de 10 o 12 personas más, que los milicianos habían matado.

Comenta Fernando Fernández Albarran, como testimonio en La guerra civil en Extremadura, fascículos coleccionadles del periódico Hoy, 1986.

En mi opinión es triste la pérdida de una vida, pero los sublevados en este pueblo se cobraron con el fusilamiento de más de 300 personas, claro está, de personas NO AFINES A SUS IDEAS.

En el periodo de los últimos dos días la aviación alemana e italiana, se encarga de bombardear la capital de Badajoz, quedando el día 13 cortadas todas las comunicaciones.

La columna de Yagüe se sitúa a media tarde en el barrio de San Roque, después de un duro enfrentamiento con los defensores de la capital, compuesta por unos 500 militares profesionales y 6.000 milicianos aproximadamente, según libros sobre el tema, a las órdenes de Puigdendolas, con más voluntad que tácticas militares.

CAIDA DE BADAJOZ.

Como expuse en el anterior capítulo, las tropas de Yagüe, el día 13 de agosto por la tarde, ya tienen consolidada sus posiciones en el barrio de San Roque, no sin antes mantener duros combates con los defensores de Badajoz, fieles a la República, estos milicianos dado el fuerte empuje de la caballería desplegada por Asensio se retiran hacia las murallas, al mismo tiempo tropas de Castejón rebasan Peraleda y toman el cuartel de Menacho, tras duros combates. Acto seguido y como era normal en las tropas rebeldes, sin previo juicio pasan por las armas a todos los oficiales y suboficiales que no se sumaron la sublevación el 18 de julio.

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Foto revista Está Invertida.  “Cronología de la guerra española, n.º 27” editada por Ediciones Codees S.A. Buenos Aires, Argentina (1966).

La noche del 13 al 14 de agosto, según testimonios de un bando u otro, es de relativa tranquilidad, con algunos disparos que rompen el silencio, impuesto por la gravedad de los hechos ocurridos ese día, más los que se avecinan al amanecer del próximo.

¿Qué pasaría por la mente de estas personas?. Defensores - atacantes.

¿Qué sería lo más añorado en ese momento por ellos?.

Testimonio de Fernando Fernández, en él coleccionadle del periódico Hoy, Yagüe instala su cuartel general en la huerta de don Victoriano.

El 7 de enero del actual, marché a Badajoz capital y me sobraba un poco de tiempo, algo tan preciado en nuestros días, dando un paseo, me personé en las murallas, están muy bien conservadas, no en su totalidad pero lo suficiente para ver la importancia de esta plaza en su época fronteriza.

En una de las muchas visitas a Badajoz. Paseando por los jardines, que acompañan a las murallas, y disfrutando del día, me pare a pensar cuantas personas perdieron su vida en ellas el día 14, como sería la posición de los defensores y los atacantes, que aterrador ruido de las descargas de los fusiles, el traqueteo de las ametralladoras, o el estallido de las bombas. De alguna forma estaba transportado en el tiempo, de alguna manera a información adquirida por mí en este periodo de investigación e información para realizar mi trabajo, la memoria me jugaba una mala pasada, tan real me parecía que sentí como mi estómago se encogía un poco. Un pitido de un automóvil me despertó de este amargo sueño, devolviéndome a la realidad.

Una de las personas, para mi opinión más informada sobre la toma de Badajoz, dado su ahínco en la investigación y testimonios de primera mano, es Francisco Pilo Ortiz. El cual pone a nuestra disposición, unos libros sobre el tema, uno de ellos es el mencionado en el recuadro de abajo y también un magnífico blog, donde lo expuesto por Pilo dan lugar a unos tremendos debates de contenidos extraordinarios.

Esto lo podemos obtener picando directamente en la siguiente dirección:

http://franciscopilo.blogspot.com/

Según Francisco Pilo Ortiz, en su libro Ellos lo Vivieron, el cual recomiendo su lectura, por su forma de contar la cruda realidad, de lo ocurrido en Badajoz capital los meses de julio y agosto de 1936. El día 14 de agosto, a las nueve de la mañana, la artillería del Capitán Luis Alarcón de Lastra, situada a 5 km de la capital, en una zona llamada Cerro Gordo, abre fuego sobre la ciudad y sobre las 9,30 aparecen en el cielo de la misma, tres escuadrillas de aviones rebeldes o “nacionales” compuestas de tres aviones Trimotores JU-52 cada una. En oleadas sucesivas realizan pasadas bombardeando sectores de importancia de la ciudad.

Poco después de las 10, toman el relevo tres aviones Savoa S-81, más dos Breguet, que ametrallan las posiciones republicanas.


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                                                                                                           Aviones trimotores JU-52, en la base de Tablada, Sevilla.

Después de estos bombardeos y ametrallamientos, por parte de los rebeldes, sobre posiciones republicanas instaladas en las murallas, se inicia el ataque de legionarios y regulares para la toma de la capital, sobre las 10,30 según Pilo, se inicia el ataque, siendo rechazado por los defensores, la mayoría milicianos de esta.

Sobre las dos de la tarde Castejón logra entrar en Badajoz, por puerta Pilar y ocupa el cuartel la Bomba.

Asensio ataca y penetra por Puerta de Carros, consiguiendo tomar el castillo, y la 16 compañía de la IV Bandera de la legión ataca al asalto Puerta Trinidad o brecha de la muerte, donde según información obtenida solo unos 20 legionarios logran pasar.

La ocupación total tiene lugar esa misma noche, al ser aniquilado todos los focos de resistencia, las bajas tantos por parte republicana, como por parte de los rebeldes, fueron igualmente muy cuantiosas.

Sobre la toma de Badajoz, hay mucha tinta escrita, yo como aficionado leer todo lo que cae en mis manos sobre estos hechos de la guerra civil de 1936, en nuestra provincia, he contrastado muchas historias, opiniones y me veo en la obligación de exponer algunas de ellas para que ustedes saquen sus conclusiones.

Ese día tienen lugar desde primeras horas de la mañana, en torno a las murallas de Badajoz, feroces combates entre quienes se mantienen fieles al Gobierno de la República y defienden la ciudad desde dentro y quienes llevan a cabo las órdenes superiores de tomar Badajoz a toda costa. La entrada de las tropas de Yagüe a lo que era una verdadera fortaleza amurallada se hace a costa de decenas de vidas de los soldados de la IV y V Banderas de la Legión, en una operación a sangre y fuego que convierte la entrada de legionarios y regulares en una auténtica carnicería. Cuando a las 15.30 horas del 14 de agosto, lo que queda de una diezmada IV Bandera logra por fin entrar en Badajoz y conquista la plaza, arrasa con todo lo que se le pone por delante. Los combates prosiguen entonces al pie de las brechas abiertas en los baluartes y son a bayoneta calada. Los milicianos que aún tratan de resistir caen en sus puestos. Los que intentan huir son rematados sobre la marcha. Los que se rinden son también asesinados. Todo el que lleve grabada en el hombro la marca que produce el retroceso de un fusil al disparar, es liquidado de un tiro.

La entrada de los legionarios y los marroquíes por las calles que desembocan en los baluartes que acaban de caer se va sembrando de cadáveres en todo su recorrido. Los vencedores llegan hasta la plaza del Ayuntamiento, donde está también la catedral. Allí se han refugiado unas decenas de hombres, que acaban siendo acribillados en las escalinatas de acceso. Y allí sí que se ve, efectivamente, cómo la sangre gotea por las escaleras. Por su parte, las tropas moras, que han entrado antes por el sur de la ciudad, se han dedicado previamente al saqueo y luego ya en la plaza de la catedral, disparan a mansalva sobre los vencidos, algunos de los cuales son rematados a culatazos o directamente degollados a cuchillo. Los que consiguen encerrarse en el interior del templo y atrancar la puerta, logran salvar sus vidas, pero solo por unas horas cuando llegan algunos mandos militares y a punta de pistola suspenden la matanza. Esos son los primeros supervivientes en ser trasladados a la plaza de toros.

A partir de esas horas el terror se adueña de la ciudad.

http://www.elmundo.es/papel/2005/09/04/cultura/1855614.html

Habían llegado a Badajoz. Era el 14 de agosto del año 36. La aviación de Franco y la artillería de las tropas marroquíes de Yagüe bombardeaban la ciudad. La única luz de la noche era la provocada por los destellos de las explosiones y por el resplandor de los incendios. A las diez menos cuarto de la mañana siguiente se produjo el aullido del silencio. A la desbandada se precipitan, huyendo de sus casas, cientos de mujeres, milicianos, viejos y niños. Los marroquíes penetran por las puertas de Trinidad y Pilar. Es la 5ª bandera de la legión…

La 16 Compañía de la 4ª brigada lo hace por la de la Trinidad, a bayoneta calada, reconfortando sus ánimos, estimulando su violencia con el canto de la Legión, que entonan mientras no dejan de disparar sus armas. Por la Puerta de Carros lo hace el 2º Tabor de Tetuán. Son 3.000 los hombres que componen las fuerzas de Yagüe, más los falangistas que en esta ruta de la Plata, cuyo objetivo final es entrar en Madrid, se han sumado a ellas. Consideran Badajoz de alto interés estratégico para conformar la base estable que, con Sevilla, configura el suroeste de España al servicio de las fuerzas nacionales. Por eso la operación ha de ser lo más sangrienta posible. Ningún enemigo ha de quedar vivo en este territorio. Queipo y Yagüe unen sus estrategias a las órdenes de Franco. Y las órdenes son tajantes: han de continuar avanzando sin que ningún enemigo quede a sus espaldas.

Las caries de los dientes de los africanos moros o regulares, las sombras de sus mal rasuradas barbas se iluminan. Es la hora de la caza del ser humano. Los viejos mosquetones están siempre en posición de disparo. Las manos asen con fuerza dagas y cuchillos. Buscan los huidos la salida hacia Elvas, caminos de Portugal. Enrique marcha en la columna de falangistas que entró en la ciudad por la Puerta de la Trinidad. A las siete de la tarde se intensifican los bombardeos. Barren los ojos las calles vecinas, sin alientos de vida. Crujen las botas que patean el empedrado. A veces han de saltar sobre cadáveres abandonados. Se mueven algunas banderas blancas anudadas en balcones y ventanas, telas que contrastan con el riguroso luto de las mujeres que desde las profundidades del miedo los observan con sus ojos opacados. Junto a Enrique y Jorge, conductor del vehículo, viajan dos periodistas franceses y un portugués. Se dirigen a la Comandancia Militar. Yagüe habla con seguridad y firmeza, justificando los fusilamientos que se han producido, los que van a seguir produciéndose. No pueden dejar tras de sí enemigo potencial alguno, insiste. Su destino es Madrid. Y arenga a sus hombres: “Allá lejos está Madrid, legionarios, y allí llegaremos todos, porque para guiar nuestros pasos en la lucha, resucitarán los que aquí cayeron luchando por España”.


El General es un hombre alto, fuerte, de cabellos grises. Le rodean, en círculo, falangistas y guardia mora personal. Las tropas de legionarios a su mando son las encargadas de realizar la limpieza de la ciudad: asesinatos, pillajes, entierros. Enrique contempla cómo las llamas envuelven el teatro López de Ayala, el Hospital Provincial

http://iniciativa-comunista.over-blog.com/article-5588160.html

Creo que muchos de estos artículos están influidos por los ideales que predomina en el autor de los mismos, pero nos acerca a tener una idea de cómo se llevó acabo la batalla por Badajoz, y como el día no termina.

Con una larga noche entre el día 14 y 15 de agosto, donde muchas personas perdieron la vida, se destrozaron familias, y se impone el horror de la guerra... es muy triste, incluso escribiendo estas palabras no tengo ánimos de seguir, pues me pregunto que mueve al hombre a cometer tantas barbaries, como se puede llegar a ese punto, donde se roza la locura.

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Comunicación a Franco de la toma de Badajoz Con la caída de Badajoz, el mapa de España queda de la siguiente manera:

Rojo, zona republicana.

Azul, zona rebelde inicial.

Verde, avance rebelde en los meses de agosto-septiembre, 1936.

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EL COMIENZO DE LA SIN RAZÓN.

Con las tropas de Yagüe comienza la “limpieza” de personas con ideas de izquierdas, detenciones y encierro en la plaza de toros, donde se hacinan esperando un futuro incierto. En esta parte también hay muchas opiniones, unos afirman que las personas fusiladas fueron allí mismo en la plaza de toros, otros en la pared del cementerio, pero lo que sí está claro que murieron muchos, que fueron enterrados en una fosa común y quemados con gasolina, en esto último si coinciden historiadores, testimonios y periodistas.

No podemos olvidar los defensores fusilados en la plaza de la catedral, testimonio de Saturnino Medina, confirma este hecho en el libro Espacios, Lugares y Personas de la Guerra civil en la Provincia de Badajoz, de Ángel Olmedo Alonso.

Estando en los refugios el día 14 de agosto, cuando entraron en Badajoz las tropas rebeldes de Yagüe. Ocupada la ciudad, las tropas fueron sacando a los combatientes y personas que simplemente estaban refugiadas, para poner todo el proceso represivo que permitiera a los rebeldes asentar el control de la ciudad, citando las calles Donoso Cortes, Bravo Murillo y San Juan. Las víctimas eran colocadas en fila en la calle Juan Bravo Murillo, eran atadas y llevadas cerca de la catedral donde eran asesinadas formando un gran montón de cadáveres en un espectáculo dantesco.

Espacios, Lugares y Personas de la Guerra civil en la Provincia de Badajoz. De Ángel Olmedo Alonso. Otro testimonio que refleja lo vivido en la plaza de la catedral. Como lo ocurrido dentro de ella, lo comenta Francisco Pilo Ortiz. En su libro. Ellos lo Vivieron.

Comenta como unos legionarios logran entrar en la catedral. Los refugiados que se encontraban en el altar mayor y el coro, llenos de espanto, son obligados a tirarse al suelo, mientras otros legionarios buscan subir a la torre para callar una ametralladora que manejada por un miliciano que hostiga a las tropas rebeldes que están en la plaza, ya logrado su objetivo, entran en la catedral un gran número de legionarios sacan a los refugiados por la puerta de San Juan, siendo reagrupados en el Atrio.

Los legionarios abandonan a los indefensos refugiados de la catedral, a las tropas moras, los cuales comienzan a disparar sobre estos en la misma puerta de san Juan. Los cadáveres rodaban por las escalinatas de la catedral, siendo algunos heridos degollados con cuchillo.

Algunos de estos refugiados, logran entrar dentro de la catedral cerrando las puertas por dentro. Dos capitanes de la legión después de escuchar los disparos se acercaron ordenando a los moros que cesaran con la masacre, uno de los capitanes llego a desenfundar la pistola.

Claro está, esto es un mal resumen realizado por mí, de lo expuesto por Pilo en el libro, donde este testimonio obtenido por él. Da detalles escalofriantes lo que allí ocurrió.

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«LOS FASCISTAS ASESINAN A LA POBLACIÓN DE BADAJOZ» era el título de Le Populaire, que poseía la información del enviado de la Agencia Havas, y en su comunicado se pueden leer cosas como estas:

«La sangre corre por las aceras. Los legionarios y los moros continúan ejecutando en masa», «Barrios enteros están en llamas y el número de víctimas, mujeres, niños y ancianos es innumerable. En los pueblos de los alrededores las tropas han pasado por las armas a todos los que eran fieles al Gobierno», «Están teniendo lugar ejecuciones en masa», «Los cadáveres cubren el suelo», «En la plaza del Ayuntamiento yacen los partidarios del Gobierno que fueron ejecutados contra el muro de la catedral», «La sangre corre por las aceras. Por todas partes se encuentran charcos coagulados».

Desde ese momento, las tropas rebeldes, comienza la detención de personas; estos detenidos eran llevados a la plaza de toros de esta ciudad.

Muchos historiadores y testimonios coinciden en la forma de detención de las personas en esos días, en la forma que en los controles montados por las tropas, se apartaban de un lado mujeres y niños, de otros hombres y adolescentes. A los varones se les apartaba la camisa para ver si en su hombro había señales de haber disparado un arma, siendo en muchos casos ejecutados allí mismo en caso de tener esta señal.

Estas detenciones y encierro en la plaza de toros, dan lugar a lo que todos conocemos como Los fusilamientos de la plaza de toros de Badajoz.

Que como no da lugar a decenas de comentarios, contradictorios entre sí en la forma de cómo se llevó a cabo las ejecuciones de estos presos, al igual que en el número.

Y como no, la mejor manera de que ustedes saquen sus conclusiones de este espinoso y duro tema sobre los fusilamientos, es exponer resumidamente la información que he obtenido sobre ello.

Mario Neves, pese a ser un gran periodista, era favorable a los rebeldes, como también lo era Portugal. Sin embargo, con lo que él nos dice ya podemos figurarnos que hubo una gran matanza -la del 14-15 de agosto-, aunque Neves no da crédito a la matanza de la Plaza de Toros, pero nos dice que había decenas de prisioneros agrupados en espera de destino. Su destino será la ejecución en las arenas de la Plaza de Toros poco después, cuando Mario Neves no esté ya en Badajoz.

El fotógrafo francés René Bru fue detenido por haber filmado los cadáveres que yacían por las calles y los prisioneros que ingresaban en masa en la Plaza de Toros, y pasó varias semanas en la prisión de Sevilla. Luego, René Bru fue liberado y expulsado de la zona rebelde, pero sus películas y sus fotos se quedaron en poder de los rebeldes.

Por último, el 30 de agosto apareció en el Chicago Tribune el famoso artículo de Jay Allen, que relataba en un estilo crudo y apasionado las matanzas de Badajoz. Allen entró en la ciudad poco después de su caída, pero conocía bien Badajoz y hablaba castellano correctamente. Los alzados, sorprendidos por el eco de los artículos, se apresuraron a buscar a los responsables. Mario Neves tuvo que retractarse y negó la existencia de las matanzas que, pocos días antes, le habían llenado de «desolación y horror». La Agencia Havas afirmó que un corresponsal suyo, cuyo nombre guardaba en el anonimato para protegerle -era Marcel Dany- había visitado Badajoz, inmediatamente después de su caída. La United Press tuvo que hacer frente a un engorroso problema. El comunicado se había publicado con la firma de Reynolds Packard, y Packard fue molestado por las autoridades rebeldes. Packard negó haber enviado ningún escrito o comunicado sobre las matanzas de Badajoz, y negó también haber entrado en Badajoz cuando la ciudad fue tomada por Yagüe o cuando sucedieron las ejecuciones. La United Press negó oficialmente que Reynolds Packard hubiese escrito el comunicado, pero no desmintió nunca su contenido.

http://www.sbhac.net/Republica/TextosIm/Badajoz/Badajoz.htm

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Foto. http://www.sbhac.net/Republica/TextosIm/Badajoz/Badajoz.htm

El testimonio que publica Francisco Pilo en su libro” ELLOS LO VIVIERON” Testimonio de D. Francisco Moreno Martínez, superviviente de la matanza en la plaza de toros de Badajoz.

Nos pasaron a la plaza de toros y nos alojaron en unos pasadizos que había por debajo de las gradas y que no había más luz que la que dejaba pasar por las ranuras o aspilleras que había en las murallas.

Al día siguiente empezaron los fusilamientos. El sistema que tenían era el siguiente: entraba por la puerta que daba al ruedo de la plaza un cabo bajito de la Legión y pistola en mano y cojeando porque tenía el pantalón ensangrentado como de estar herido. Este señor contaba hasta veinte, los sacaba al ruedo, donde ya esperaban los guardias civiles que componían el piquete de ejecución. Por lo menos siempre que salí. Allí eran guardias civiles los que fusilaban.

Una vez fusilados, llamaban a algunos de los de allí se encontraban para que cargaran los muertos en una camioneta chica y se los levaban, creo al cementerio. Cuando la camioneta regresaba, contaban otros veinte que se conoce que era la carga del vehículo o no podía con más y así, todo el día o días.

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Foto. http://www.sbhac.net/Republica/TextosIm/Badajoz/Badajoz.htm

Y para terminar, porque en verdad lo estoy deseando pasar de este capítulo, aunque creo necesario exponerlo, no me agrada, y no comprendo muchas de las cosas que he leído y no encuentro palabras para exponer lo que siento... Esto lo expone F. Sánchez, donde de una forma u otra confirma lo expuesto por el testigo de F. Pilo sobre la composición de los miembros que componían en los primeros días el pelotón de fusilamiento.

Francisco Sánchez Ruano: 'Los moros no cometieron la matanza de Badajoz'

Francisco Sánchez Ruano es en la actualidad profesor de la Sociedad de Estudios Internacionales de Madrid. Periodista y conferenciante, ha escrito varios libros de índole histórica. Dentro del Aula Hoy, hablará de su obra 'Islam y la guerra civil española', donde analiza el papel de los 'moros', como entonces se llamaban, en la contienda. Usted afirma que los moros no estuvieron detrás de la matanza de Badajoz... Un hijo de un Guardia Civil me dijo en Badajoz que su padre solo hacía un servicio por la noche en aquella época, que era ir a asesinar a gente. Cuando los moros y la Legión asaltan Badajoz, el 14 de agosto de 1936, se trata de la primera batalla seria de la Guerra Civil. A la mañana siguiente del asalto de Badajoz, las tropas de choque ya están rumbo a Madrid, de nuevo en el frente. Obviamente, la matanza de la plaza de toros no la pueden hacer los moros, porque no estaban. Tampoco la hicieron los falangistas ni los requetés, porque no eran tropas regulares. La hizo la Guardia Civil, como ya he dicho antes, que era la unidad que estaba para operaciones de retaguardia. ¿Por qué en la plaza de toros? Por una razón, era el lugar más grande. Los prisioneros salían al ruedo y se iban encontrando con unos pelotones de guardias civiles que los fusilaban de 20 en 20. ¿Por qué esta cifra? Porque esta era la capacidad máxima de la camioneta que tenía el ayuntamiento para trasladar los cuerpos. Esto pasaba también durante las noches, de forma que en toda las casas de la ciudad se oían las descargas. Hay que tener en cuenta que Badajoz y Extremadura tienen una gran importancia estratégica porque las tropas sublevadas rompen las líneas de la República. Es en Mérida donde, en agosto del 36, se unen las tropas rebeldes del norte con las del sur. Es la primera vez que se deja relativamente aislada a la República.


De Badajoz a Medellín.

Las fuerzas de Yagüe, después de asegurar la plaza de Badajoz, parten el 16 de agosto de nuevo a su objetivo (Madrid).

Dividiendo las fuerzas, el núcleo principal de la columna se dirige con gran rapidez y sin apenas resistencia por la línea de Cáceres-Trujillo-Almaraz-Navalmoral de la Mata, controlado en su totalidad por los rebeldes.

El mismo día 16 de Agosto, la columna Castejón parte dirección a Santa Amalia, Don Benito y Villanueva de la Serena. Consiguiendo llegar hasta Santa Amalia, que cae en manos rebeldes, siendo derrotada en su marcha antes de llegar a Medellín, en su totalidad, y replegándose a Santa Amalia.

El 17 de agosto la tropa comandada por Castejón llegaba a la población de Santa Amalia, lugar donde encontraron fuerte resistencia de los milicianos, a la que hay que añadir el bombardeo sufrido por parte de tres aviones que tenían base en don Benito. Tras este primer encuentro, la fuerza miliciana se replegó hacia Medellín para establecer una posición fuerte de defensa. El teniente coronel Navarro comenta en su informe la organización y previsión acerca del ataque nacionalista a Medellín: «En este momento –las 11 de la mañana del 17 de agosto-, el enemigo se encuentra a kilómetro y medio del puente, como es natural presionando. Por ahora resiste la línea principal nuestra, aunque no creemos que por mucho tiempo. Se ha ordenado que en caso de tener que evacuar esa línea, se vuele el puente sobre el Guadiana, pues está preparada la voladura y de esta manera se tendría margen para organizar la segunda línea principal sobre Don Benito».

Memoria republicana.

http://www.sbhac.net/Republica/Personajes/Biografias/FedericoAngulo.htm

Esta batalla, fue ganada gracias a la intervención de fuerzas gubernamentales mandadas desde Madrid, y no todos aguantaron la batalla, como se comenta en lo publicado en la biografía del comandante Federico Ángulo y la milicia el Socialista, en la página web de Memoria Republicana.

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«Aparte de la superioridad numérica de personal y material en el enemigo, tenemos en contra la desmoralización de la mayor parte de nuestros hombres. Las milicias de Ciudad Real, por ejemplo, han salido huyendo esta mañana. Han huido a la desbandada. Hasta ahora las milicias que responden son las que enviaron de Madrid, conjuntamente con la Guardia Civil e infantería».

Memoria republicana.

http://www.sbhac.net/Republica/Personajes/Biografias/FedericoAngulo.htm

Un comentario.

Como se aprecia en el parte anterior, la Guardia Civil también luchó al lado de la República, he leído documentos que lo afirman, como en el anteriormente expuesto, pero siempre son guardias civiles pertenecientes a otras provincias. No fue el caso de Extremadura, en que este cuerpo siempre estuvo del lado de los… rebeldes. En fin solo quería llamar la atención un poco sobre este punto.

También se comenta en el parte expuesto anteriormente que era normal que algunas milicias, una vez hostigadas en la lucha, abandonara rápidamente, también se comprende que estas fuerzas estaban compuestas por obreros en su mayoría, sin preparación militar, ni experiencia en la batalla.

Un caso curioso se dio en la sierra de Madrid, estando al mando un militar profesional, ordenó a las milicias a reconquistar una cima, la cual era fundamental para que el pantano que abastecía Madrid de agua potable, no cayera en manos rebeldes, estas milicias partieron al punto indicado y tomaron la cima con mucho arrojo, pero una vez tomada la abandonaron y se presentaron de nuevo en el puesto demando, este poniendo el grito en el cielo, dijo que hacían allí, que como no consolidaron la zona tomada, creando defensas, en prevención de que el enemigo la tomara de nuevo, que clase de guerra era esta, etc. A lo que los milicianos contestaron, hombre no se ponga de esa forma, que ahora nos marchamos para allá y si hay que reconquistarla de nuevo se hace y punto, pero no se enfade usted.

Al principio de leer esto me sonó un poco a cuento, pero a lo largo de estos dos años de investigación se confirman muchos casos que de una forma u otra, tiene el mismo resultado, como el redactado anteriormente sobre las milicias.

En el libro ASÍ FUE PASANDO EL TIEMPO, Memorias de una miliciana extremeña

Maria de la luz Mejías Correa, comenta un caso que tiene relación con lo comentado anteriormente, comenta de su participación en el ataque a la toma del pueblo de Llerena, tomado por las fuerzas franquistas el 5 de agosto del 36.

Los milicianos ya se venían retirando de Llerena. Algún quintacolumnista que iría con nosotros debió dar la retirada. Eso nos pasó en muchos frentes en los que estuvimos más tarde. Avanzábamos y después no conseguíamos el objetivo. Nos mandaban retirarnos. Como yo era joven y no tenía familia, más familia a mi cargo, nada me daba miedo y siempre quería avanzar hasta alcanzar el objetivo. Pero muchos eran casados y con hijos, tenían miedo de perder la vida. Nos enfrentábamos a aviones cargados con ametralladoras y a artillería, mientras que nosotros solo teníamos escopetas de caza, fusiles viejos y poca munición.

Ustedes dirán que bueno, que tiene que ver esto con la batalla de Medellín, que en verdad era lo que estaba tratando, pero después de leer, el abandono de las milicias llegadas de Ciudad Real, no me he podido resistir...

Como comentamos anteriormente, las fuerzas mandadas desde Madrid, con la ayuda de la aviación, detienen entre Santa Amalia y Medellín a la columna rebelde mandada por Castejón, que dando muy destrozada y sufriendo grandes perdidas material y soldados.

El daño originado a la columna de Castejón, por las fuerzas gubernamentales, (Republicanas), lo refleja bien en esta parte de la biografía del capitán Angulo.

Al comando de su sección de milicias y de una de Guardia Civil, y bajo las órdenes del comandante Ruiz Farrona, Ángulo abandonaba el promontorio en que se alza el castillo de Medellín, en el que estaban emplazados en misión de vigilancia, para dirigirse y acometer la defensa del puente que cruza el río Guadiana. Con la ayuda de dos tanques y dos piezas de artillería se logró defender la entrada del puente y contener el ataque hasta que por fin recibieron ayuda aérea. Esta resultó ser la fuerza definitiva que rechazó la ofensiva, la cuadrilla comandada por el famoso escritor francés André Malraux, que descargó todo su potencial sobre el II Tabor de Regulares de Tetuán, ocasionándoles importantes bajas y pérdida de material y vehículos. Esa misma noche, el Ministerio de la Guerra de la República publicaba el parte oficial, y aunque muy posiblemente de forma exagerada, se refería a la defensa de Medellín en los siguientes términos: «En el Frente de Extremadura nuestras fuerzas han rechazado un fuerte ataque del enemigo sobre el puente de Medellín. Los facciosos abandonaron 300 prisioneros y más de 30 camiones. La Columna enemiga estaba compuesta de más de 300 coches. La aviación republicana intervino eficazmente». Lo que sí está claro es que al día siguiente las tropas de Castejón retrocedieron de nuevo hacia Santa Amalia, no insistieron en la toma de Medellín, y encaminaron su avance hacia las localidades de Miajadas y Trujillo, ya en la provincia de Cáceres.

Memoria republicana. http://www.sbhac.net/Republica/Personajes/Biografias/FedericoAngulo.htm

La prensa republicana se esmera en dar a conocer esta victoria, por fin el rápido avance de los rebeldes es parado en esta zona. El ejemplo, el ABC de Madrid comenta y publica esto en una parte del artículo referente a la urgencia de formar un ejército disciplinado.

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                                                                                                     ABC doble diario de la Guerra Civil.

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                                                                                                        ABC doble diario de la Guerra Civil.

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El diario del frente popular, El Pueblo Manchego, lo publica en portada el 18 de agosto de 1936 de esta manera.

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Desde este día se establecen la línea de los frentes en Extremadura, que dando de la siguiente forma a finales de septiembre de 1936.

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Santa Amalia, frente a Medellín, Guareña, frente a Mengabril-Don Benito, Oliva de Mérida, Puebla y Hornachos, frente al Valle de la Serena, Retamal y Campillo de Llerena, frente a Sierra de Argallanes e Higuera de la serena, Azuaga frente a Granja de Torrehermosa. Esta es la situación de los frentes que se establecen en el 36 que dan lugar a una arquitectura militar, en la provincia de Badajoz, la cual a fecha de hoy se mantienen, unos deteriorados y otros en buen estado.

Mi trabajo es un trabajo de campo, el cual después de estudiar mucha documentación, entrevista a excombatientes de un bando u otro, más charlar dentro de lo posible con los vecinos de los pueblos que estuvieron establecidos en primera línea del frente, guardias de fincas, y un largo etc. me cargo la mochila y me desplazo a las zonas donde supuestamente existen vestigios de los frentes para fotografiar y documentar los restos que aún quedan en pie.

En los próximos artículos comenzaré presentando el trabajo de campo que ya dos años atrás estoy realizando, sin ánimo de lucro, pero con mucho interés que sea conocido por todos los extremeños, para que tengan conocimiento que en su tierra, Extremadura, se luchó, al igual o más que muchos puntos de España, pero fue la gran olvidada de los libros de historia, hasta la democracia que aparecen algunos rayos de luz sobre lo sucedido en la provincia durante la Guerra Civil y como los extremeños, sufrieron en sus carnes directamente la contienda.

Creo que la mejor forma de demostrar esto es con el trabajo de campo, sobre los restos de la guerra civil en la provincia de Badajoz, por ello pateo los campos buscando la imagen en mi cámara de fotos, que demuestre que allí se luchó.

Jose Pecero Merchán

Libro recomendado:

  • La amargura de la memoria. República y Guerra Civil de José Mª Lama Hernández

  • Los quintos del pelargón de Francisco Grajera.

  • MOCHILA Y JARA. VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE BADAJOZ. José Pecero Merchán.

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